domingo, 23 de octubre de 2011

Dolor cervical





¿Qué es el dolor cervical?

- Llamamos dolor cervical al que se produce en la zona más alta de la columna vertebral, justo en la parte posterior del cuello.

- El dolor se suele percibir en la nuca pero también puede irradiar hacia los hombros o las paletillas.

- A menudo va acompañado de rigidez o dificultad para mover la cabeza, sobre todo al intentar hacer giros (tortícolis).

¿Por qué puedo tener dolor cervical?

- La columna cervical, junto con los músculos y los ligamentos del cuello, tiene que ser a la vez fuerte, para sostener todo el peso de la cabeza, y flexible para permitir todos sus movimientos. Como además la columna cervical es la zona menos protegida de la columna, está muy expuesta a las lesiones por traumatismos.

- En los jóvenes, los traumatismos, los movimientos bruscos y las malas posturas sostenidas durante un largo tiempo son las principales causas de dolor cervical. En cambio, en la gente mayor, la principal causa de dolor cervical les la artrosis:

· Los accidentes y desplazamientos bruscos de la cabeza: son frecuentes en determinadas prácticas deportivas y en los accidentes de tráfico por choque frontal o por alcance (“latigazo”)

· Las malas posturas sostenidas durante largo tiempo: son características de determinadas profesiones (manipulador de alimentos, limpieza del hogar, músicos...) y actividades cotidianas (leer con mala iluminación, situación incorrecta frente al ordenador, etc.)

· La tensión nerviosa (estrés): es otra causa importante de dolor cervical, ya que aumenta la rigidez muscular y dificulta la flexibilidad del cuello, siendo una de las principales causas de tortícolis


Medidas generales

- Si ha habido un traumatismo, aplicar hielo o compresas frías rápidamente sirve para atenuar la inflamación inicial. Al cabo de 4 o 5 días es beneficioso aplicar calor local.

- En las contracturas y dolores de origen traumático, siempre es beneficioso aplicar calor local y hacer masaje en la zona afectada para relajar la musculatura.

- Otras medidas generales son el reposo relativo, el posible uso de collarín y evitar los movimientos forzados.

¿Cuándo y cómo debo usar el collarín cervical?

Es aconsejable consultar a un profesional sanitario (médico o farmacéutico) para saber qué tipo de collar hay que elegir y cómo utilizarlo.

- Si el dolor cervical lo ha producido una sobrecarga postural, es aconsejable la utilización de un collarín cervical blando.

- En ningún caso deberá utilizarse más de una semana seguida, para no sobrecargar la parte dorsal de la espalda ni debilitar la musculatura. Lo óptimo sería utilizarlo únicamente en determinadas horas del día para descansar el cuello.

- La correcta colocación del collarín es muy importante: debe estar bien ajustado al cuello (ni demasiado apretado ni demasiado flojo) y debe tener la altura justa (que no fuerce el cuello hacia atrás).

¿Cuándo debo consultar al médico o farmacéutico?

- La mayor parte de dolores cervicales producidos por traumatismos o malas posturas sostenidas se atenúan en pocos días y ceden en cuestión de una semana aplicando el conjunto de medidas ya comentadas.

- Si el dolor persiste, irradia hacia los brazos o ova acompañado de un fuerte dolor de cabeza, vértigo o problemas de equilibrio, hay que acudir al médico rápidamente.



· Ejercicios de relajación y estiramiento

Cuando existe dolor cervical agudo es recomendable practicar una postura de relajación total de la columna: posición semitendida, con las rodillas un poco dobladas y la nuca bien apoyada, durante 10 o 15 minutos, un par de veces al día.

A partir del tercer o cuarto día pueden iniciarse estiramientos sencillos del cuello y de los brazos:

- Efectuar movimientos suaves de flexión-rotación oponiendo resistencia progresiva con la mano.

- Realizar una serie de 10 movimientos con cada mano un par de veces al día.



El complejo vitamínico B12 - B6 - B1 a dosis altas ha demostrado ser eficaz tanto para tratar como para prevenir el dolor de la espalda, ya que refuerza el sistema nervioso y el muscular. Su toma regular y periódica complementa los resultados obtenidos con el ejercicio y las actitudes posturales. Pida consejo a su médico o farmacéutico.

Piense que mantener su espalda en el mejor estado posible no sólo evita los dolores sino que ayuda a conservar la salud en general. Los beneficios que obtendrá con ello compensarán sobradamente los esfuerzos empleados. 

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